En la misión y visión de muchas empresas se menciona la responsabilidad social corporativa (RSC) como uno de los principios básicos de sus actuaciones. Es algo que va más allá de la actividad comercial y que tiene que ver con el impacto y el alcance de ésta en los entornos y el medio ambiente en general.
La responsabilidad social corporativa está vinculada, antes que nada, a la manera en que se conduce y gestiona una organización hacia el exterior. Es decir, son todas aquellas decisiones que favorecen su interacción con el entorno en el que opera, el cual puede ser social, económico o medioambiental.
Este término, tan común en nuestros días, parte del hecho de que las empresas son agentes activos y no deben limitarse solo a buscar un interés comercial; también les corresponde realizar aportaciones al medio al que se encuentran vinculadas.
El nivel de responsabilidad social lo podemos ver en elementos como el desarrollo social que la acción de esas empresas generan en el entorno, el respeto por los derechos laborales de quienes trabajan en ellas, el impacto ambiental de sus actividades comerciales o incluso el cumplimiento de las legislaciones vigentes en cada país o región.
La responsabilidad social no nace de la nada. Es un concepto que ha ido cobrando forma en las últimas décadas de manera paralela al aumento de la conciencia social sobre problemas como el cambio climático, el calentamiento global, la deforestación, las crisis alimentarias y el aumento de la pobreza en el mundo.
De hecho, está basado en una serie de principios y valores que constituyen el marco de acción de las iniciativas orientadas en este sentido. Enumerando nuestros principios:
Respeto por las legislaciones vigentes:
Cumplimos las leyes vigentes en cada país, región o continente en materia comercial y de derechos humanos. Como marco para la buena implementación del concepto de responsabilidad social, estamos adscritos al Pacto Mundial de Naciones Unidas, cumpliendo sus 10 principios básicos, enumerados en nuestro Código de Conducta.
Globalidad y transversalidad:
En el ámbito de nuestras operaciones comerciales y atendiendo a una necesaria globalidad colaboramos y cooperamos con empresas de diferentes sectores que nos ayudan a potenciar y mantener nuestro compromiso social y medioambiental
Ética y coherencia:
La responsabilidad social no puede entenderse sin la ética y sin la coherencia de ésta con nuestras acciones. Es decir, somos conscientes de la necesidad de correspondencia entre nuestros valores adoptados con nuestro plan de RSC.
Gestión permanente del impacto social:
Estamos en permanente revisión, análisis, monitorización y evaluación de nuestras actividades. El objetivo de ello no es otro que medir el impacto que tiene nuestro papel en el entorno medioambiental, comercial, social y hasta político-participativo. Llevamos a cabo acciones a largo plazo que favorezcan el medio ambiente y el desarrollo social y económico de los entornos.
Satisfacción de necesidades y expectativas:
Nuestro último principio y objetivo: la satisfacción de necesidades de determinados grupos de interés. Si no se produce tal satisfacción, no puede hablarse de Responsabilidad Corporativa. Para ello difundimos a nuestro entorno nuestras acciones de responsabilidad social, con el fin de reforzar nuestra relación con la sociedad y como muestra de transparencia.
Plaza Forwarding S.L. empresa española con domicilio en C/ Tierra de Barros nº2 de Coslada , 28823-Madrid (España) con número de identificación fiscal B81739872 e inscrita en el Registro Mercantil de Madrid, Tomo 12.221, Folio 154, Sección 8, Hoja M-193364, Inscripción 1.
<